¿Qué hacer cuando los clientes no llegan?
Si ha pasado por eso, sabrá que es una situación frustrante cuando los clientes no llegan y las ventas bajan y con ellos los ingresos son escasos o nulos.
Veo muchas veces emprendedores geniales y con un gran potencial, realizando todo perfecto; se prepararon educativamente e hicieron todos los pasos para que su negocio resultara un éxito, pero el resultado no es el esperado.
Yo era uno de ellos, hoy vengo a compartir mi experiencia de mis comienzos como emprendedora de VA, porque sé que hay muchos emprendedores que pueden estar en esta misma o similar situación.
Comencé preparando los trámites para mi negocio de VA con ilusión, me diseñe y me cree mi propia web + blog + redes sociales, blog, etc. Me instale una oficina en mi casa, todo lo que hace falta para crear una empresa desde cero.
Comencé en la soledad de mi casa a gestionar mi negocio, no era la primera vez que comenzaba un negocio, pero si gestionarlo totalmente yo.
- Enviaba presupuestos (sin respuesta o te tendremos en cuenta).
- Enviaba información (sin respuesta).
- Cartas de presentación (sin respuesta).
- Envíos de boletines (sin repuesta).
- Iba a eventos de Networking (sin respuesta).
La frustración cada vez era mayor y casi pensaba de tirar la tolla, claro esta la autoestima se va por los suelos.
Pero aprendí una gran lección en todo esto y es; ¡No rendirse esa es la clave, tarde medio año en tener clientes sólidos, un día comenzó uno, después otro y otro y zass!!, comenzaron a responderme a los emails, presupuestos, boletines y tener mi cartera de clientes sólida. ¿Por qué? por qué me gusta lo que hago y sabía que tarde o temprano llegarían los clientes y no me rendí.
Les voy a contar un cuento con moraleja sobre no rendirse.
El Gato desesperado
Un gato que paseaba por un parque, tenía varios días sin comer y estaba débil. Incluso los ratones eran más rápidos que él y se le escapaban. Un día, estando muy débil, ya no soportaba más el hambre y al ver unos árboles de manzana en el jardín de una vecina, se animó a ir por ellas. Estaba tan débil, que ya no podía saltar lo suficiente. Pero tenia tanta hambre que el gato empezó a saltar desesperado.
Muy cansado, sin lograr tener siquiera una manzana, decidió darse por vencido y pensó que lo mejor era irse a su casa a dormir. El gato no pensó que trepando por un muro que estaba al costado del árbol, hubiera podido alcanzar fácilmente las manzanas, sin intentar en vano saltar y gastar sus energías para no obtener nada. Por no detenerse a pensar un momento, se rindió y perdió una gran oportunidad.
Moraleja
“En la vida a veces nos sucede lo mismo. En momentos de desesperación, no nos detenemos a pensar un poco y no vemos las oportunidades. Finalmente nos llegamos a dar por vencidos. Muchas veces si nos detenemos a pensar con calma, podemos dar solución a nuestro problema”
F1SecMon::Virtual Assistant